Seguro que habéis notado vuestra la piel diferente con los cambios de temperatura e, incluso, ni siquiera vuestra crema habitual es capaz de que vuelva a la normalidad. Se vuelve mucho más seca y en algunas zonas pueden llegar a aparecer rojeces… Y es que “cuando llegan las bajas temperaturas- señalan desde el Instituto de Belleza & Salud Patricia Moreno– la piel necesita cuidados específicos y diferentes a los que le procuramos, por ejemplo, en verano. Las calefacciones, el viento y los cambios bruscos de temperatura deshidratan la piel y como consecuencia de ello puede aparecer flacidez y pérdida de elasticidad”.
Cómo cuidar la piel en invierno
27-11-2016