Seguro que os pasa. A mí sí. La mayoría de días voy con el tiempo (con perdón) pegado a las nalgas (por decirlo de forma fina). E intentar pillar comida sana para gente con prisa como yo es un mundo. Es cierto que los restaurantes han ampliado su oferta saludable. Pero, en ocasiones, no me convence. Y tampoco me gusta comer todos los días fuera de casa. Así que he contactado con el equipo de nutricionistas de la Clínica Mira+Cueto (a las que adoro) para que me ayuden con mi alimentación (y también con la vuestra). Porque parece que tener comida sana para gente con prosa es más fácil de lo que creemos. ¡Somos una panda de vagos! Yo el primero.
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