Mi primer blanqueamiento dental

Nunca he tenido miedo al dentista. Desde pequeño ha sido como mi segunda casa porque no se me caían los dientes. Recuerdo la primera visita, mi madre seguro que tampoco la olvida. Estaba poseído por un miedo irreal transmitido por mis compañeros de colegio “es horrible, una persona con bata blanca te empieza a tocar la boca y te hace daño con unas cosas rarísimas”. No recuerdo exactamente la conversación pero supongo que fue algo así… y si a eso le añadimos que vi (a escondidas) una película de terror llamada ‘El dentista’ el miedo aumenta. Pero teniendo en cuenta que tras el primer diagnóstico parecía que tendría que ir más veces tenía dos opciones: seguir comportándome como un histérico o madurar y hacerme ‘inmune’. Obviamente, opté por la segunda.

Mis visitas al dentista eran como quien va a tomar café a su bar de siempre. Y mi relación con él se hizo más estrecha cuando me comentaron que debería llevar ortodoncia si quería que mis colmillos se movieran. Para que lo entendáis, era como Drácula (todos tenemos un pasado y sí, me ha pasado de todo). Tenía los dos colmillos de leche en su sitio y los otros (los adultos) arriba. Si a eso le sumamos los granos y ese momento feuno horrible que pasamos todos cuando estamos en la pubertad… ¡Imaginaos el D-R-A-M-A! Estuve con los brackets casi dos años y luego una férula durante un tiempo. Aunque hubiese preferido que me pusieran el retenedor (ese hierrito que ponen detrás para que los dientes no se muevan), siempre me han dado un poco de ‘grimilla’ las réplicas de tu boca hechas en plástico.

Pero mi relación con el dentista no acabó ahí. No soy de ‘romper’ así como así. Además, me interesaba seguir manteniendo ese idilio para tener mi boca sana. Voy una vez al año para reconocimiento y limpieza y hace unos meses tuve la oportunidad de hacerme mi primer blanqueamiento dental ¡chispas! (esto es una expresión un tanto antigua que seguramente algunos no entiendan, pero tenía que ponerla). Fue en la clínica GlamSmile que, si googueleáis, no tiene nada que ver con los dentistas habituales. No huele a ‘médico’, no tiene ese look ‘terrorífico’ o antiguo. Os animo a entrar en su web para que lo entendáis a la perfección.

El origen de GlamSmile está en Bélgica pero están presentes en más de 20 ciudades del mundo y su objetivo es convertir sonrisas normales en sonrisas irresistibles. ¿De qué sirve tener una boca aparentemente perfecta, armónica, si no se tienen unos dientes blancos? Antes de mi primer blanqueamiento dental tuve que pasar un diagnóstico cuyo resultado fue: antes vamos a hacer una limpieza porque la boca tiene que estar totalmente impoluta. Siempre pensamos que nos cepillamos bien los dientes, pero los dentistas ven más allá… Tras la limpieza, a la semana más o menos, tuve mi primer blanqueamiento dental. Siendo sincero, no es que sea lo más agradable y placentero del mundo ya que sientes una serie de molestias debido a la sensibilidad del diente, pero se soporta bastante bien, no es lo peor que te pueda pasar, así que no tengáis miedo porque no se pasa tan mal como cuentan.

¿Para quién está diseñado el blanqueamiento dental de GlamSmile?

Está indicado para todo tipo de pacientes, con una buena salud oral y de encías, exceptuando pacientes con carillas o cualquier tipo de prótesis dental, ya que estás no se blanquean al ser de porcelana.

El blanqueamiento dental (que se realiza Philips Zoom, el procedimiento del mercado más avanzado científicamente) es un tratamiento dental estético revolucionario (tanto por su demanda, como en cuanto ha supuesto un paso enorme en el mundo de la estética dental) que logra reducir varios tonos el color original de las piezas dentales, dejando los dientes más blancos y brillantes. Además, permite eliminar la mayoría de las manchas producidas por causas extrínsecas como el té, café, cigarrillos y vino tinto, entre otras sustancias y alimentos. Sin embargo, no todas la manchas u oscurecimientos dentales son eliminables o mejorables a través del blanqueamiento dental y pueden requerir de otro tipo de tratamientos odontológicos estéticos como el uso de carillas de porcelana o fundas.

Paso a paso de mi primer blanqueamiento dental en GlamSmile

1. Se aísla bien la encía y mucosas.
2. Posteriormente, colocan el gel blanqueador que será activado por una lámpara especial de luz led durante 45 minutos, con tres breves pausas (15 minutos cada una) para renovar el producto blanqueador que depositamos en los dientes.
3. Una vez terminado este tiempo, se comprueba el  notable cambio de color en tan sólo esta sesión.

Cuando me bajé de la camilla me dijeron “a ver si te notas distinto, a lo mejor el primer día no ves mucho cambio”, pero lo hacen para no influenciarte porque, en realidad, el cambio es brutal. Para mantenerlo tuve que estar 72h comiendo alimentos sin colores intensos,  bebiendo agua, si eres fumador no debes fumar… Y lo mejor, no tiene efecto tipo teclas de piano. El tratamiento puede repetirse a modo de mantenimiento después de 6 meses a 1 año, según la severidad de las manchas o pigmentaciones que el paciente presente. Y por si os interesa el precio, el blanqueamiento dental en GlamSmile cuesta 400€.

En lo que a mí respecta, la verdad es que se nota bastante el cambio. Fuisteis muchos los que comentasteis en redes sociales mi nueva y rejuvenecida sonrisa que, a pesar de ser lo que más os gusta de mí (os agradezco mucho vuestros mensajes de cariño) se ve mucho mejor con un punto más de blanco. Desde aquí os animo a realizaros uno si estáis dudosos porque vais a salir encantados y mucho más guapos.