El miércoles hay luna llena y dicen que si estás todo el día sin comer, solo bebiendo agua, puedes adelgazar hasta 3 kilos. Una leyenda con fieles seguidores no muy recomendable (ni real) desde el punto de vista médico.
La luna llena estaba asociada a los hombres lobo. Y digo estaba porque ahora hay muchos más acontecimientos ligados al momento en el que Catalina se hace con todo el protagonismo del cielo aportando luz a un fundido negro (o será que todos los que conozco / recuerdo en este momento me los han trasnmitido a la vez). De hecho, cuando el sábado, en un cumpleaños, empezaron a contarme esta historia pensé que iban a decirme algo relacionado con los hombres, las endorfinas y el sexo (los hombres lobo de ahora). Pero no. Me empezaron a hablar de kilos de menos, agua, no comer en un día… y dudando entre si era real o no lo que escuchaba, decidí preguntarle a la chica que estaba relatando la historia: “perdona, puedes volver a repetir lo que estás diciendo, es que no lo he pillado bien. ¿Qué es eso de la luna llena y 3 kilos menos?”, no porque me interese a nivel personal, pero si para conocer nuevas tendencias sobre nutrición salvajadas… “¡Vaya! ¿No conoces ‘La Dieta de la Luna’?”– dijo ella. Y yo… “mmmm pues no, y justo estoy con un blog de belleza masculina entre manos y me gustaría que me la contaras para investigar sobre ella”. “Pues te lo cuento- continuó– el miércoles es luna llena y dicen que si estás todo el día sin comer, solo bebiendo agua, puedes perder hasta 3 kilos y no volver a recuperarlos jamás. Unos colegas la han hecho y dicen que sus resultados son increíbles. Y… la voy a hacer”.
Sí, me quedé exactamente igual que vosotros ¡atónito! Entonces empecé a buscar por la red y encontré una web mejicana (son los que más hablan de esta leyenda) que está completamente dedicada a ‘La Dieta de la Luna’ (seguro que muchos famosos la han hecho alguna vez). Sus orígenes se remontan a antiguas tradiciones egipcias y griegas y su creencia en la influencia de los astros sobre la vida. Su teoría es exactamente la misma que me contó aquella chica (no me estaba vacilando), con la excepción de que hablan de ayunar 26 horas, coincidiendo con la hora del cambio lunar (que el miércoles es como a las 10:45, eso dicen), y profundizando en los porqués de tan maravillosa dieta…
Al parecer, el factor que influye en la pérdida de peso es la capacidad de nuestro organismo de absorber agua y esto, por lo visto, está ligado a la fuerza de atracción que la luna ejerce sobre los líquidos, sobre todo cuando cambia de fase. En resumen: dicen que los líquidos del cuerpo siguen los ritmos de las mareas que están provocados por la influencia de la luna. Lo de perder los 3 kilos y no volver a recuperarlos señalan que se debe a que esta dieta-milagro estimula la eliminación de los líquidos en días posteriores. No me extraña, estar todo el día única y exclusivamente bebiendo agua tiene sus consecuencias. Yo estoy casi todo el día ingiriendo H20 y cada 15 minutos sufro sus efectos… Pero los ‘beneficios de esta dieta’ no están solamente ligados a la pérdida de peso. También deja la piel limpia y luminosa (algo lógico por la ingesta de agua – hidratación) y ayuda a combatir el acné…
Después de haber leído todo esto, le pregunté a Electa Navarrete, de Eternal Beauty Clinic si esto de ‘La Dieta de la Luna’ era real y, si lo era, qué base (médica-científica) había más allá del movimiento de las mareas… a lo que me contestó: “’La Dieta de la Luna’ no es más que un mito. Si te pasas un día solo a base de líquidos adelgazarás ese día, aunque en el momento en que empieces a comer volverás a retomar el peso perdido – vamos que eso de que no vas a recuperar en la vida esos kilos… tararí que te vi– no influye para nada la fase lunar en la que nos encontremos. A mi entender, lo único que está científicamente probado es lo de las mareas, por lo que cualquier modificación y alteraciones en el ser humando son conjeturales. Las dietas en las cuales no se tenga un equilibrio de aportación de nutrientes son patológicas y van contra-natura. La mejor alternativa es visitar a un médico especialista para que le recomiende el método más adecuado de adelgazamiento”.
Vamos, que si queréis hacer el sacrificio de estar todo el miércoles sin comer, solamente bebiendo agua (el té y el café también son válidos) como hacían, supuestamente, los griegos y los egipcios y hoy en día (por lo que parece) los amigos y amigas de la chica que me lo contó y otros tantos (famosos y no famosos) que no sabemos… Podéis probar, pero que sepáis que, además de que al día siguiente os van a entrar unas ganas tremendas de pisar un McDonald’s y, entre Big Mac y patatas Deluxe, volveréis a recuperar esos 3 kilos perdidos siguiendo vuestro ritmo de vida habitual.
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