Cómo depilar las cejas y no parecer una señora

Lo reconozco. Soy de los que piensa que depilarse las cejas es un ritual de belleza único y exclusivo para ellas. ¿El motivo? Porque la mayoría de hombres que veo con las cejas depiladas se parecen más a sus madres, hermanas, tías, sobrinas, abuelas… que a sus padres, hermanos, tíos, sobrinos, abuelos… Quizás es que no he conocido a los hombres adecuados, pero, sinceramente, ¿no notáis mucho cuando un hombre se depila las cejas?

Reconozcámoslo: una ceja perfectamente depilada en un hombre no queda bien. Lo sé, he vuelto a caer en el tópico, mi tópico, mi pensamiento. Pero es que las cejas depiladas en el hombre deberían ser como el botox bien pinchado: que no se note. Y seguro que existe… De hecho, parece que desde Tweezerman me han oído y se han propuesto a quitarme de la cabeza todas mis ideas sobre el hombre y las cejas. El otro día me llegó a casa un estupendo kit para aprender a depilar las cejas. Pero… no quise tantear a la suerte. Vamos, que no me atreví a ponerme delante del espejo para quitarme los pelos que sobran (no os voy a decir como lo hago habitualmente porque no volveréis a pisar este blog, ese secreto me lo guardo). Así que decidí ponerme en contacto con Mónica Pujadas, beauty-sales-manager de Tweezerman para que me enseñara a depilar las cejas y no parecer una señora. Estos son sus consejos:

1. Lo primero que hay que tener en cuenta es que la depilación de las cejas masculinas no se rige bajo las mismas bases que las femeninas.

2. Mientras que una mujer busca el diseño, dar forma a unas cejas que carecen de personalidad y potenciar la mirada, el hombre debe respetar la forma natural y mantener unas cejas bien definidas.

3. El entrecejo es una de las zonas más importantes a depilar. Es importante mantener esta zona limpia. Podemos forzar la anchura de éste si los ojos son pequeños y juntos. De esta forma, visualmente, se verán más grandes y separados. Y realizar los pasos a la inversa cuando los ojos son grandes y distanciados.

4. Se deben depilar muy sutilmente los excesos de la parte inferior de la ceja. Si exageramos y perfilamos, poco a poco, iremos afinando el grosor de la ceja y, consecuentemente, la afeminaremos.

5. No olvidemos los restos de pelitos sueltos que salen fuera de la zona natural de la ceja. Esto centrará más la ceja y limpiará el rostro.

Con estos consejos sobre la mesa espero poder llegar a depilar (bien) las cejas y no parecer una señora. Espero no equivocarme y quedarme como una anciana de esas que piensan que la ceja-hilo es el último grito. Ahora solo me queda ponerlos en práctica. He de confesar que todavía tengo un poco de miedo porque no sé cómo me va a quedar, pero seguro que si sigo los trucos de Tweezerman estaré en perfecto estado de revista.