Hoy es un día demasiado especial. Hacía tiempo que no posaba de esta manera frente a la cámara. Pero ante mi querido y adorado Pablo Paniagua (gran amigo y gran profesional) no podía negarme. He de decir que al principio sentía mucha vergüenza. Colocarse looks del nuevo hombre español sin ser cruzar la pasarela mi fuerte es una gran responsabilidad. Pero cuando quien te hace las fotos te lo facilita todo, al final te crees que puedes comerte el mundo. Y si ya es tu peluquero de cabecera el que te peina y maquilla, ¡qué os voy a contar! Logré sentirme como en casa. La idea de plasmar los total-looks de la nueva sastrería española partió de una tarde mientras tomábamos café.